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domingo, 15 de octubre de 2017

01-10-17 OCENTEJO, HACIENDO NUEVOS AMIGOS Y COMPARTIENDO CON ELLOS, UN NUEVO Y DURO RECORRIDO

Me lo han dicho y me lo han repetido hasta la saciedad: "Disfruta de las carreras, no vayas siempre a competir..." Bueno, pues hoy después de varios años, por fin voy hacer caso a este consejo.

Este fin de semana realizaría un doblete, participando el sábado por la tarde en Puebla de Beleña (enlace) y hoy domingo por la mañana aquí en Ocentejo. Tenía claro que a Ocentejo quería venir, su cordial ambiente, su cautivador paisaje y sus deliciosas judías gancheras, son tres razones demasiado poderosas como para ignorarlas.

Pero por una vez en la vida fui consciente y consecuente. Sólo han pasada dos semanas de que compitiera en los 102 kms Madrid-Segovia (enlace), además de competir el fin de semana pasado en la carrera de Baides (enlace). Competir este fin de semana dos días seguidos, lo encontraba, arriesgado, peligroso e incluso lesivo, por lo que después de valorar y sopesar que haría, decidí competir en Puebla de Beleña y participar y disfrutar en Ocentejo. Aunque elegir la distancia larga de 13,5 kms, su dureza, no me permitió disfrutar demasiado...

El desarrollo y transcurso de esta carrera, lo podríamos catalogar de como peculiar, raro, inesperado, sorprendente y fuera de lo común, que ya la casualidad quiso que realizara casi la totalidad del recorrido junto a la Gran Ana Pascual.


Cuatro Villan@s nos desplazamos hasta Ocentejo, en busca de nuestro destino..., además de casi otro centenar de participantes.


Recogida de dorsal, bolsa del corredor, saludos y más saludos, fotos, ropa de batalla y al lío. Decir que este año volvería a participar en el recorrido largo (ERROR). De todas las ocasiones que han modificado este recorrido esta ha sido la más significativa, eliminando toda la parte derecha de la carretera y la zona de la chopera posterior a la zona del hundido y añadiendo numerosas subidas más y alargando el recorrido. Un recorrido de auténtico TRAIL y verdadera MONTAÑA...


Faltan los primeros 900 metros del comienzo. Casi 600 metros positivos y rampas de subida del 43%, una locura. 

...con  unas zonas preciosas y que ha gustado mucho a todo el  mundo. Pero por el contrario y en definitiva no son lo mío, un "pistero" y "asfaltero" como soy yo, hoy por aquí andaba demasiado perdido y con demasiado miedo...

El día estaba nublado y la temperatura era ideal, me coloque en aquella línea de salida sin tener aún muy claro cómo abordaría hoy esta carrera. La idea inicial era acompañar a Erika y Sergio, pero al salir ellos demasiado atrás, al final decidí hacer de esta carrera un entreno de montaña de calidad.

Se dio la salida y yo comencé a correr, "ni rápido ni despacio, sino todo lo contrario..." Tan relajado y despistado y me encontraba, que no me di cuenta de conectar el garmin, hasta los 800-900 metros de carrera. Por aquel entonces, alguien tosía a mi espalda y según cómo sonaba, tenía que ser de una chica, entonces fui consciente de que viajaba con la primera chica de carrera. Se puso a mi lado y en un principio no sabía quién era, no la reconocí (soy muy malo y despistado para las caras), incluso a pesar de haber realizado con ella alguna de las quedadas nocturnas de los miércoles de este verano.

El recorrido comienza en contradirección, del recorrido donde terminaba en ediciones anteriores, la prueba de 7 kilómetros, yendo en esta ocasión primeramente hacia la zona del "Hundido de Armallones".


Sobre el Km 2, salimos del camino principal y nos tiran por una senda montaña abajo hacia la zona del río, para poco después regresar de vuelta al camino. Aunque no soy consciente de ello, Ana va justo detrás de mí.


Poco después del Km 3, donde se encontraba el primer punto de control (llevábamos un chip de los de muñeca), nos vuelven a tirar hacia el río para después de nuevo volver a subir. Estos sube-baja, nunca me han gustado te dejan las patas y el corazón revolucionados. Por esta zona estuve charlando con un chaval de rosa que es de Villanueva.


Camino del Km 5, en este punto se separaban las carreras y en lugar de regresar al pueblo por donde habíamos venido, lo hacemos montaña arriba, atravesando un pinar por una bonita senda. Poco antes de esto Gregorio del Brihuega me adelanta y Ana me alcanza y me saluda "vamos Peñu". La  zona es muy chula aunque rompepiernas (pero lo que nos espera más adelante sí que es duro...), la digo que si quiere pasar delante y me dice que no, en las sendas siempre hay que ceder el paso a los rápidos.

Poco antes de llegar al pueblo por primera vez sobre el Km 6,5, en la bajada anterior al mismo, Graciela, comienza a animar y gritar como una loca a Ana, entonces empiezo atar cabos y si estas dos se conocen, creo ya saber quien es, esta tal Ana.

A nuestro paso por el pueblo está situado el segundo control de carrera y el primer avituallamiento. La parte que viene ahora es la más bonita, aunque la más dura de carrera. Tenemos que llegar hasta la cima de un cerro, llanear como dos kilómetros por allí arriba y luego comenzar con un peligrosa bajada llena de piedras, que Dios nos pille confesados...


Son 1.500 metros de continua y terrible subida, es imposible correr salvo cuando la montaña baja la guardia en escasos momentos. Incluso hay varios tramos de ir a "cuatro patas y gateando". Durante la subida comienzo hablar con Ana, ya tengo claro quien es, es una gran corredora, habitual de los pódiums de España, y no se como va tan despacio a mi ritmo, yo en la montaña soy como pez fuera del agua...

Poco antes del Km 8, hicimos cima y también se encontraba allí el segundo avituallamiento, que rica agua después de la escalada. Ana estaba un poco agobiada, ya que sabía que la segunda chica de carrera, estaba cerca y por eso apreté un poco el acelerador, por aquellos dos kilómetros de falso llano, antes de comenzar la bajada. A Ana la veía un poco forzada y me dijo: que yo que voy mejor que ella, que la deje y que tire hacia delante, para hacer mi carrera... Yo la respondí: que ya estaba realizando mi carrera y decidí acompañarla y formar sociedad con ella hasta la meta, aunque temía que en la bajada me dejara descolgado.

Después del tercer control de paso, comenzaría la bajada, que estuvo llena de "PERCANCES". Le dije a Ana que si quería bajar ella delante, como supuse que barajaría mejor que yo (soy mal subidor, pésimo bajador y regular llaneador), y me dijo que No, que bajara yo en primer lugar y ella detrás. Aunque el recorrido era diferente al de otro años, esto es Ocentejo y te toca cruzar siempre algún "sembrado/arado", pero este año, fueron varios sembrados consecutivos y cada uno de ellos, era más abrupto que el anterior.

Una senda de bajada muy estrecha, tan estrecha que los pinos, aliagas y vegetación de los laterales de la misma, te iban arañando brazos y piernas, a medida que bajabas corriendo entre muchas piedras y raíces. El primer percance ocurría sobre el Km 11,5, donde yo me equivocaba de recorrido, pero Ana se dio cuenta y me gritó por allí no era. Al poco de esto ocurriría el segundo percance, cuando Ana en un curva se torcería fuertemente el tobillo, incluso cojeando bastante en un principio.

Ana lleva ahora el ritmo de carrera y no soy capaz de ir con ella, voy bajando con demasiado miedo y empieza alejarse, cuando mejora ligeramente la orografía de esta senda de bajada, la doy caza, pero cuando vuelve a su estado natural, se vuelve a marchar. Así hasta que llegamos a una bajada asfaltada próxima al cementerio de esta localidad y en donde me tiré a "tumba abierta", poniéndome en paralelo con Ana.

Pero en este punto no terminaba la cosa, no iríamos desde aquí directamente hacía la meta, sino que volveríamos a subir un montecillo, para bajar de nuevo a meta, por donde lo hicimos la primera vez. Y fue aquí donde sucedió el tercer percance, este tramo ya lo conocía y cometí el "error" de bajar la guardia: tropecé y no le di mayor importancia, pero cuando me di cuenta, estaba volando por los aires pensando dónde y cómo aterrizaría. Iba demasiado rápido, caí con un mano y con todo el lateral derecho de mi cuerpo, raspándome y arañándome contra el suelo, rodilla, cadera, codo y hombro, pero además mi inercia me hizo dar una vuelta de campana y que rodara dos vueltas más mientras frenaba, además toda la tierra de esta senda se pegó a mi sudoroso cuerpo. Me levante desorientado y en sentido contrario de carrera, Ana se asustó al ver en primer plano mi caída, me pregunto cómo me encontraba y mientras se dirigía para ayudarme a levantar, lo pude hacer por mi mismo.

Después de este susto, solamente faltaban unos 200 metros de carrera y en donde Ana y yo entramos en paralelo y subiendo el ritmo todo lo que aguantaron nuestras patas.

Al final Ana terminó proclamándose campeona absoluta de esta carrera y recibiendo su trofeo y demás obsequios por su triunfo. Enhorabuena, por lo menos mi compañía te sirvió de algo a parte de darte conversación.


Por otro lado mi compañera de equipo Erika, terminó su carrera como cuarta absoluta y subcampeona de la categoría senior, enhorabuena a ti también, que tías más valientes.


Pero los pódiums masculinos hoy aquí fueron del todo curiosos...


...ya que varios de los premiados, también lo han sido en las últimas carreras en las que asistido yo últimamente, Baides y Puebla Beleña



Mientras estamos con las cervezas previas a que comiencen a servirse las judías, ocurrió algo que me descolocó, agradecí y me costó un poco encajar. Ya que a mí no me suelen ocurrir cosas como esta. Ana se acercó a donde nos encontrábamos y quiso regalarme su tarro de miel (que obtuvo como premio por su victoria), como agradecimiento por acompañarla en casi la totalidad del recorrido. Algunas personas no le darían la menor importancia a este acto, pero yo quedé muy agradecido con su gesto y este momento dejamos constancia de él.


Una carrera también se puede disfrutar compartiendo el camino con alguien y dejando en casa durmiendo la Hostilidad .El no venir a competir hoy aquí, me ha permitido ver esta carrera desde otro punto de vista.

Cada Trail que hago, lo tengo más claro: "LA MONTAÑA NO ES LO MÍO", soy un mal "subidor" y un pésimo "bajador". No poder correr como a mí me gusta, sino tener que andar e incluso gatear, miedo al bajar por partirme un tobillo o despeñarme...

Después de una breve espera, obtuvimos nuestro premio al esfuerzo, las ricas "Judías Gancheras". 



Después de todo esto, me fui a despedir de Emilio, dándole mi opinión de esta carrera, que con tanto empeño organiza.

Enlace clasificaciones carrera larga:
http://youevent.es/sport/multimedia/clasificaciones/ClasificacionCampoaTravsdeOcentejo2017-0.pdf

Galería fotográfica:
https://www.facebook.com/pg/RecorreGuada/photos/?tab=album&album_id=310391652702673

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